martes, 24 de agosto de 2010

El asco

No se va.
Te queda merodeando
el paladar.
Y son horas.
De asco.
La nausea entra por los ojos.
Asi va.
De la boca al estómago.
Intoxicándolo todo.
Asco.
Me das.

lunes, 23 de agosto de 2010

Cuatrotreinta aullido again

Aullé.
Otro amanecer urgente tras la noche de luna roja.
Tomi merodea vulnerable el hueco de esa cama vacía.
Buscando anclas otra vez.
Aullido lamento sonámbulo.
Y la culpa de este Garfio insomne.
Lucas ronca ronquidos pequeños
y sueña alfajores terrabusi.
Por suerte ella pide mimos.
Lunes cuatrotreinta am
Hay diarios, mates, mochilas, voz de radio, tostadas sin tostar, una camiseta menos, belleza dentista, pata de palo de pirata cojo.
Es el sol quien me exige pyjamas.

martes, 17 de agosto de 2010

Tal vez seamos asi



Tal vez seamos así. Sedientos de sangre tras los pasos del culpable. Lapidamos después del error. Algunos lo vieron, pero tampoco hicieron mucho.

La historia es así. Un hombre duerme en una habitación que se incendia. Los bomberos logran despertarlo bajo el humo y el fuego cuando le preguntan. ¿Cómo empezó todo? Y el hombre responde. “No lo sé. Estaba en llamas cuando me acosté”.

“Cuando empezó todo?” Los nombres son muchos. Yo era uno de los que pensaba secretamente que el fin en el futbol justificaba los medios. No importa si se compra un árbitro, dos, tres, un juez de línea o si se hace un “negocio” con Gorosito (Grondona, o lo que fuera) con tal de la Gloria. No importa si Vesco compró el ascenso 85 o el campeonato 87. O si alguien le llevó una valija al árbitro Madorrán… La escusa es la fiesta. Siempre es así. Tengo hijos de 9 y 11 años que necesitan ver lo que yo vi a los diez años (Central campeón tres veces!!!) Cueste lo que cueste.

Tengo dos escenas en la cabeza. “Esto no pasó”, que logro soñar despierto en las noches de insomnio. Negar lo sucedido. Imaginar que el partido con All Boys aun no se jugó. O avisarle a nuestros centrales que el primer gol de ellos llega de un débil lateral. Estar ahí. Ser el turco Spid, entrar a la cancha y evitar esa chilena tonta que tanto mal hizo.

La otra es más cruel. La ovación de la fiesta de los 120 años a Usandizaga, Cuffaro y cuan lugar común de la pasión se haga presente.

Observo tras la memoria. No hay condena ni arrepentimiento por el silencio. Solo crónica.

La gente vota y elige. Un dictador honesto que arregle el moco de la convocatoria, el club en manos de la justicia, la presencia de un administrador obsesivo por la burocracia Alguien que pegue en un par de gritos. Que le patee la puerta al árbitro en el entretiempo cuando nos cague. Que defienda la guita de los arribistas del fútbol. Representantes buitres, contratos desmedidos. Que discipline a la barra. Que sueñe con la “tercer bandeja!!!!”

Y así fue. Usandizaga llega al sillón presidencial no por saber de las complejas ecuaciones de fútbol sino por sus antecedentes como administrador burocrático, pendenciero y omnipotente.

¿Cuando empezó todo? Después de la derrota con All Boys intento delinear respuestas. Con dos o tres colegas empezamos a correr tras la nota. Que hable Usandizaga. Que diga por que pasó esto? Uno de sus amigos llama a mi celular y me dice “Decile a Alejandro Cachari que el Vasco no está en España sino en Rosario. Y empiezo a buscarlo. Un portero me dice dónde. Toco timbre, me presento y pido entrevista. Así de sencillo. Por que ir tan lejos si puede estar tan cerca. Y así fue. Lo obvio. Era mi tercer encuentro periodistico con ese hombre.

La unica condición que me pidió fue no decir que estaba en ese lugar. “No es por mi, sino por los vecinos… no quiero mas quilombos para ellos”. Le creí eso. Acepté.

Leo en canalla.com las injurias de lectores que con la libertad que da la página difaman mi acción profesional. Puedo aceptar críticas al laburo pero no que se dude de la legitimidad del mismo.

Hasta minutos antes de la entrevista varios colegas competíamos por la misma. Uno de ellos se ofendió porque la nota la tuve antes. Incluso le dijo a los gritos al contestador de Usandizaga “si no la haces conmigo te mato en la radio, no te conviene”. Eramos muy amigos antes de eso.

Es verdad no fue una buena entrevista. Estuve semi mudo, conmovido por la imagen y dolido por lo crimenal del suceso. Pero imaginar algo más de eso es humillante. No soy tan ingenuo. Hay gente que paga o cobra por las entrevistas. Dan asco porque nos enlodan a todos.

Algunos pedían justicia popular. Degollarlo ahí nomás. Imputarle responsabilidad y clavarle una daga en el pecho. Levantar el dedo acusador y decirle hijo de puta nos mandaste al descenso.

Me dio pena ver a un hombre derrumbado por el fracaso. Así de simple. No soy de los que pega en el piso. Y también creo que no estuvo solo en el fracaso. Recuerdo las ovaciones y las palmadas a ese “dictador honesto y caprichoso” y los nombres de las ratas que le suplicaron que acepte ser candidato para más tarde huir cuando el barco merodeaba el hundimiento.